En la Amazonía colombiana hay más carbono forestal almacenado en Territorios Indígenas que en Áreas Naturales Protegidas o áreas sin protección

Así lo confirma el proyecto ‘Ciencia y saber indígena por la Amazonía’, desarrollado por RAISG y COICA en sociedad con el Instituto de investigación estadounidense Woodwell Climate Research Center, y financiado por la Iniciativa Internacional de Clima y Bosques de Noruega (NICFI).

El bioma amazónico, compartido por nueve países, alberga la selva tropical más extensa y biodiversa del planeta: su tamaño es cercano al de China, ¡uno de los diez países más grandes del mundo! Sus niveles de protección varían de país a país y dependen, en parte, de las figuras de protección y manejo declaradas. Esto se refleja, entre otros factores, en la cantidad de carbono almacenado.  

En Colombia, la Amazonía representa el 43.3% del territorio nacional. En esta región, los Resguardos Indígenas (RI), áreas de propiedad colectiva donde los pueblos indígenas gestionan y manejan el territorio, abarcan el 47% de toda la Amazonia colombiana y es precisamente en estos territorios donde se encuentra la mayor parte del carbono almacenado. Según datos del 2020, los RIs, las Áreas Naturales Protegidas (ANP) y los traslapes entre RIs y ANPs, que representan un área de 35.312,2 hectáreas (ha), almacenan más del 70% del carbono de la Amazonía colombiana. Las áreas sin protección, que representan el 30% restante del territorio amazónico colombiano, contienen el 23.3% del stock de carbono.

FOTOGRAFÍA: tabla

Que haya más carbono almacenado en los Resguardos no se debe únicamente a que ocupan mayores extensiones que las Áreas Naturales Protegidas y las áreas sin protección: también acumulan más carbono por hectárea. Entre 2003 y 2020, el carbono almacenado dentro de los Resguardos aumentó 23,0 millones de toneladas métricas (MtC) mientras que las ANPs presentaron un aumento leve (+1,2 Mtc) y los territorios sin protección perdieron cerca del doble de lo que ganaron los RIs (44,2 MtC). 

Categoría Carbono (MtC) almacenado 2003 Carbono (MtC) almacenado 2020 Diferencia (MtC) 2020-2003
Resguardo Indígena
3167,5
3190,5
23,0
ANP
1018,7
1019,9
1,2
RI/ANP traslape
439,16
442,1
3,0
Fuera de RI y/o ANP
1441,77
1397,5
-44,2
Total
6066,9
6049,9
-17,1

Variación (2003-2020) de toneladas de carbono almacenado en los Resguardos Indígenas (RI), Áreas Nacionales Protegidas (ANP), traslapes entre RI y ANP y áreas fuera de los RI y las ANP de la Amazonía colombiana.

La Fundación Gaia Amazonas, como parte de la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG) ha monitoreado el almacenamiento de carbono en el Resguardo de Mirití Paraná, ubicado en el departamento de Amazonas, al sur de Colombia. 

Este monitoreo responde al proyecto ‘Ciencia y saber indígena por la Amazonía’, desarrollado por RAISG y la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica -COICA, en sociedad con el Instituto de investigación estadounidense Woodwell Climate Research Center (WCRC) y con financiación de la Iniciativa Internacional de Clima y Bosques de Noruega (NICFI), en el que se han establecido áreas piloto (PAL, por sus siglas en inglés) para monitorear los bosques y el almacenamiento de carbono forestal en territorios indígenas de Brasil, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela. 

Al examinar con detenimiento este resguardo, se hace evidente que no es casualidad que los territorios indígenas sean los que más almacenan carbono. Si bien este es un caso concreto, ejemplifica rasgos comunes de los pueblos indígenas que explican por qué bajo su gestión los bosques, y todos los seres que hacen parte, se encuentran más saludables. 

El almacenamiento de carbono: un sistema de soporte de la vida clave de la Amazonía

El carbono es uno de los elementos más abundantes en la Tierra y está presente en todos los seres vivos. Los árboles, como parte del proceso de fotosíntesis, toman dióxido de carbono del aire y, usando agua y luz solar, lo convierten en carbohidratos y oxígeno. Estos carbohidratos son su alimento. Gran parte del carbono capturado queda almacenado en las raíces, troncos, ramas y hojas (biomasa). Se calcula que la composición de un árbol vivo es, aproximadamente, 50% de agua, 25% de carbono y 25% otros elementos como nitrógeno, potasio, fósforo, calcio y magnesio. 

Si un árbol muere de forma natural, el carbono almacenado se libera progresivamente de vuelta a la atmósfera. Sin embargo, cuando se tala, se quema o se degrada el bosque, el carbono se libera mucho más rápido y se expulsa de vuelta a la atmósfera en forma de dióxido de carbono (CO2), un gas de efecto invernadero; es decir, gases que se concentran en la atmósfera y por su acumulación excesiva aumentan la temperatura del planeta.

Una de las formas de medir el carbono forestal almacenado, como explica Andrés Llanos, asistente de cartografía en la Fundación Gaia Amazonas, es utilizar imágenes satelitales que permiten hacer estimaciones de la densidad de biomasa (medida en toneladas por hectárea) y que permiten calcular el carbono forestal almacenado.

La elección del resguardo Mirití Paraná como territorio priorizado

Esta es la metodología que se ha utilizado para hacer seguimiento a los niveles de carbono almacenado en el resguardo Mirití Paraná. Este territorio fue elegido como territorio priorizado por Gaia Amazonas para el proyecto ‘Ciencia y saber indígena para la Amazonía’ porque hay una relación establecida con el gobierno indígena, la máxima autoridad en el resguardo, al haber trabajado previamente de su mano en temáticas ambientales y culturales. 

Los datos del Mirití revelan que las ganancias de carbono fueron mayores a las pérdidas entre 2003 y 2020. En esta gráfica es posible apreciar el contraste entre las pérdidas y ganancias a lo largo de estos 17 años. 

Fotografía:

¿Por qué el Mirití Paraná es uno de los territorios mejor conservados de Colombia?

El Mirití Paraná es uno de los cuatro territorios, junto a los de los ríos Tiquié, Pirá Paraná y Yaigojé Apaporis, que conforman el Macroterritorio de los jaguares de Yuruparí. Se trata de un espacio de vida de una gran diversidad de pueblos indígenas que lo han habitado, manejado y gobernado durante siglos y quienes comparten la misma afinidad cultural: el sistema de conocimiento de los Jaguares de Yuruparí, reconocido desde 2011 por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Este extenso territorio en la Amazonía colombiana cubre 9.4 millones de hectáreas que equivalen al 32% de la región.

En el Mirití Paraná, el manejo y gestión del territorio está orientada por el calendario ecológico que conecta los ritmos del cosmos con las actividades humanas, cotidianas y rituales. A través del calendario, los pueblos indígenas renuevan la fuerza espiritual que ayuda a orientar a los jóvenes, a mantener la salud y a preservar la tierra.

Se trata de una herramienta de ordenamiento del territorio que también les indica cuándo realizar los trabajos de la chagra: como socolar, tumbar o sembrar. También les ayuda a prevenir enfermedades asociadas a ciertas fechas, a aprovechar la oferta ambiental, a purificarse física y espiritualmente; es decir, es una guía para conservar todos los tipos de vida vida que conviven en el territorio. En el calendario, cada época indica la cosecha de ciertos frutos, la abundancia de animales para la cacería y de peces para la pesca, así como las variaciones climáticas de sequía o lluvia para la realización de actividades. Si quieres conocer más sobre el sistema de gestión y manejo del territorio del Mirití Paraná, puedes ver el documental ‘El camino del pensamiento’, en donde se ilustra cómo se interseccionan las prácticas rituales, espirituales y la armonización del territorio..

Si los territorios indígenas son los que más almacenan carbono es porque mantener la salud del territorio, de los bosques, es asegurar la salud de las personas y los seres que lo habitan. Los conocimientos y las prácticas culturales buscan el buen vivir de todos los seres que comparten un territorio.

Para conocer más sobre el papel de los territorios indígenas en la conservación del carbono forestal, lee el documento de investigación y análisis desarrollado por las organizaciones que integran el proyecto ‘Ciencia y Saber indígena por la Amazonía’: Ciencia y Saber indígena por la Amazonía

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