Trece pueblos indígenas de la amazonía colombiana recuperan más de 44.000 hectáreas de su territorio ancestral

Resguardo Indígena Área Constitución (Ha) Área Ampliación (Ha) % de Ampliación Área total (Ha)
Puerto Córdoba 42.877,5 10.736 25% 53.658
Comeyafú 17.944,5 12.874 72% 30.865,5
Camaritagua 9.055,5 21.240 235% 30.379,2
Total 69.877,5 44.850 44.850

La ampliación de los tres resguardos, impulsa el ejercicio de los derechos étnico-territoriales de los pueblos indígenas y fortalece las medidas para la protección del Pueblo Yuri que se encuentra en aislamiento voluntario, en colindancia a estos territorios. Así mismo, robustece la conectividad entre las cuencas de los ríos Puré, Mirití Paraná y Apaporis, y forma parte del mosaico de Áreas Protegidas constituido por los Parques Nacionales Yaigojé Apaporis, Río Puré, Cahunarí y Chiribiquete.

Para Francisco von Hildebrand, Director de Gaia Amazonas, “esta importante decisión rectifica la propiedad formal de los grupos étnicos sobre sus territorios ancestrales, garantiza conectividad cultural y ecosistémica de las cuencas Caquetá y Apaporis, y resalta el rol de los pueblos indígenas como autoridades territoriales. Desde tiempos ancestrales son ellos quienes han mantenido la estabilidad biológica y cultural de la Amazonía colombiana”. Por su parte, Ángel Yucuna, Presidente de AIPEA cree que "la ampliación de los resguardos es un importante aporte a la conservación de la diversidad biológica, ya que mantiene el equilibrio de la cuenca amazónica para Colombia y el mundo. Además, estos territorios albergan los sitios de origen ancestral de cada una de las trece etnias, por lo que también es un logro para la conservación de las culturas amazónicas".

Este territorio cuenta con una importante diversidad de hábitats, como bosques húmedos tropicales, bosques inundables y vegetación asociada a afloramientos rocosos, lagos y ríos, todos ellos en muy buen estado de conservación. Además, y debido a que conecta a los Parques Yaigojé Apaporis y Río Puré, alberga más de 1.500 especies de plantas vasculares, algunas de ellas en peligro de extinción, 300 especies de aves, 100 especies de anfibios, más de 70 especies reptiles, 300 especies de peces y al menos unas seis familias de mariposas.

Por otro lado, las comunidades que habitan la región encuentran en estos territorios un alto valor cultural, pues en sus historias de origen las deidades crearon el mundo, delimitaron el territorio, establecieron un orden social y un manejo territorial a partir de un conjunto de prácticas sagradas. Estos relatos de origen se expresan en formaciones como cerros, chorros, lagos, cananguchales, salados y piedras, todos ellos lugares sagrados que son fundamentales para la regulación de las relaciones entre el hombre y la naturaleza.

Sobre los resguardos

Los tres resguardos ampliados se encuentran en el departamento del Amazonas, específicamente en el área no municipalizada de La Pedrera, muy cerca a la frontera con Brasil. Puerto Córdoba ahora limita al norte con el río Apaporis, al sur con el río Caquetá, al occidente con el resguardo Mirití Paraná y al oriente con el resguardo Comeyafú; Comeyafú limita al norte con el río Apaporis, al sur con el río Caquetá, al occidente con el resguardo Puerto Córdoba y al oriente con la República Federativa de Brasil; y Camaritagua limita al norte con el río Caquetá, al sur con el Parque Nacional Natural Río Puré, al occidente con el resguardo Curare - Los Ingleses y al oriente con la Reserva Forestal de la Amazonía.

Puerto Córdoba y Comeyafú fueron constituidos como Resguardos Indígenas en septiembre de 1985. En el caso de Camaritagua se constituyó en el año 2002. Juntos albergan una importante diversidad cultural: trece pueblos indígenas viven allí, dentro de los que se encuentran la etnia Bora, Barasano, Carijona, Cubeo, Letuama, Miraña, Matapi, Macuna, Tatuyo, Tariano, Tanimuca, Uitoto y Yucuna.

fotografía: Juan Gabriel Soler

 

El ejercicio de representación política y gobierno propio de estos tres resguardos se realiza a través de Asociaciones de Autoridades Tradicionales Indígenas -AATI-. Para este caso, las AATI beneficiadas directamente por las ampliaciones de los resguardos son ACIMA y AIPEA. Y por su colindancia y ejercicio conjunto de la gobernanza territorial, es considerado también un logro significativo para ACIYA y ACIYAVA.

La historia

Aunque por Ley Natural los territorios indígenas les pertenecen a los pueblos indígenas que los habitan, cuando se constituyeron los tres resguardos algunas áreas no se incluyeron en la delimitación y quedaron sin protección jurídica. Así, y con el fin garantizar la protección integral de sus territorios, las Autoridades Indígenas adelantaron las solicitudes de ampliación de los Resguardos, inicialmente ante el INCORA (Instituto Colombiano para la Reforma Agraria) la entidad encargada de los procedimientos de titulación en esa época, y, posteriormente, ante el Instituto Colombiano de Desarrollo Rural – INCODER. Sin embargo, transcurrieron más de 20 años sin que la entidad competente realizara los trámites.

Desde 2010, la zona se ha visto afectada por procesos de minería ilegal y en los últimos tres años por la presencia de grupos armados ilegales. En marzo de 2016, la situación se hizo más compleja, debido a que entre personas no indígenas se realizó la compraventa de una porción del territorio aún no formalizado legalmente, amenazando la integridad de este territorio.

Gracias al apoyo técnico, jurídico y financiero de la Fundación Gaia Amazonas, AIPEA y ACIMA acudieron a la Unidad de Restitución de Tierras –URT, quien inició la primera acción judicial para la restitución de sus derechos territoriales. Gaia Amazonas brindó el acompañamiento técnico y el soporte financiero a las comunidades para la realización de las reuniones internas y las gestiones externas, al tiempo que facilitó los medios logísticos para que la ANT y el Ministerio de Ambiente realizaran los procedimientos de ampliación conforme a la ley.

Fotografía: Juan Gabriel Soler.

 

Este importante logro para la gobernanza indígena amazónica es producto de la acción coordinada entre AIPEA, ACIMA, ACIYA y ACIYAVA, la Unidad de Restitución de Tierras, la Agencia Nacional de Tierras y la Unidad Nacional de Protección, entidades que contaron con el apoyo técnico y financiero de la Fundación Gaia Amazonas, Andes Amazon Fund, la Fundación Gordon y Betty Moore y el acompañamiento de la Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonia Colombiana –OPIAC.

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