FOTOGRAFÍA: Sergio Bartelsman
Para los indígenas de la Amazonía colombiana, es vital mantener el orden, la armonía y el equilibrio del territorio que habitan, ya que esto se traduce en buena salud para sus pueblos, una cosecha abundante, alegría y vida. Es por eso que con el fin de mantener el orden, propiciar la renovación de la vida de todas las especies y la estabilidad ecológica del territorio, realizan una serie de rituales que corresponden a una época del año precisa definida en el calendario ecológico – cultural.
El profundo conocimiento que poseen los pueblos indígenas amazónicos sobre el manejo de la naturaleza, se expresa en el calendario ecológico cultural que conecta los ritmos del cosmos con las actividades humanas, cotidianas y rituales. A través del calendario, los pueblos indígenas renuevan la fuerza espiritual que ayuda a orientar a los jóvenes, a mantener la salud y a preservar la tierra.
Además, esta herramienta de ordenamiento del territorio, también les indica cuándo realizar los trabajos de la chagra como socolar, tumbar o sembrar. También les ayuda a prevenir enfermedades asociadas a ciertas fechas, a aprovechar la oferta ambiental, a purificarse física y espiritualmente; es decir, es una guía para conservar todos los tipos de vida que conviven en el territorio. En el calendario, cada época indica la cosecha de ciertos frutos, la abundancia de animales para la cacería y de peces para la pesca, así como las variaciones climáticas de sequía o lluvia para la realización de actividades.
Aunque están representados en dibujos, los calendarios son mucho más que imágenes. Debido a su relación profunda con el territorio, constituyen una herramienta extraordinaria para entender la complejidad de las dinámicas en el bosque y el papel que desempeñan los humanos en esta red de conexiones físicas y espirituales.
Adicionalmente, los calendarios son punto de partida para analizar procesos de organización social y autoridad, toma de decisiones, gobierno propio, programas de educación, salud y manejo territorial. Son también referencia para desarrollar diagnósticos participativos, en los que los habitantes identifican las problemáticas locales y plantean soluciones, porque todos se basan en el conocimiento tradicional que les fue entregado por sus ancestros.
En la Amazonía colombiana no existe un único calendario ecológico – cultural. Debido a que son representaciones propias de cada grupo étnico, varían en su apariencia y contenido, sin embargo, un elemento común en la mayoría de los casos, es su forma circular.
Por ejemplo, en el Pirá Paraná, su calendario es un círculo dividido en cuatro porciones que representan las relaciones entre 1. el cielo y las constelaciones; 2. el clima y las estaciones secas o de lluvia; 3. las manifestaciones de la naturaleza, como cosechas o subiendas de animales y, 4. las actividades de la gente, que dependen de todo lo anterior y que están ubicadas en el centro.
Calendario Tatuyo elaborado por indígenas del alto Pirá - ACAIPI 2007.
Es así como en un solo calendario se encuentran representados no solo todos los elementos que determinan la vida en un territorio específico, sino las infinitas relaciones que existen entre ellos y las diversas épocas que marcan sus cambios. La elaboración de los calendarios mantiene vigente el conocimiento tradicional indígena es vital para lograr una visión integral y holística del territorio y la vida. Los pueblos indígenas de la Amazonía tienen claro que una visión fragmentada del territorio no está en concordancia con la interminable red de relaciones que caracterizan la vida en la selva, por eso, desde Gaia Amazonas apoyamos la elaboración de este y otro tipo de herramientas que conservan el conocimiento para la preservación de la Amazonía.